martes, 5 de enero de 2010

CVEEC 1 (2005)





Al final uno descubre que necesita menos a la gente de lo que pensaba, pero ese es el primer paso para darse cuenta de todo lo contrario: un grupo es un grupo, y los grupos, a no ser que seas Un pingüino en mi ascensor, están formados por gente. El caso es que el primer CD de Cómo Vivir En El Campo lo tuve que grabar yo solo porque no tenía a nadie más. Usé aquel Fostex prehistórico de cinta de cassette: lo volcaba directamente al PC, o sea que tiene de digital lo imprescindible; por lo demás, es tan analógico como el primer disco de Elvis Presley (por ejemplo). Y no suena nada mal, al final. Genuino lo-fi, del que cada vez se hace menos: ahora el lo-fi es digital, que suena mucho mejor. Domingo la grabé cuando ya estaban en el grupo Juanma, Rubén y Antonio: de hecho, la segunda parte de la canción partió de una línea de bajo de Antonio. Es de esas canciones que son dos, porque tienen una coda larga y diferenciada. Como Layla de Derek and the Dominos, cuyo largo final es más bonito que el tema en sí (Eric Clapton no daba con el final que buscaba para rematar Layla cuando, por casualidad, escuchó a Jim Gordon (batería del grupo) tocar al piano la melodía de la que saldría esa preciosa coda -por eso Layla aparece firmada por Eric Clapton y Jim Gordon ...años más tarde, el amigo Gordon mataría a su madre (a la suya propia, no a la de Clapton) a martillazos y acabaría en la trena, esquizofrénico, el pobre, pero esa es otra historia).

La letra de Pósters heavys no dice otra cosa que 'mirada asesina/mirada que hace temblar', que es el estribillo que cantaban Muro en Mirada asesina allá por 1987. Buscando el link, he encontrado este concierto en Vicálvaro, que tuve el placer de presenciar con 13 años, acompañado de Clara (la asistenta que trabajaba en casa y que era, además de guapa, heavy) -mi primer concierto, por cierto. Teloneaban a Sangre Azul. Conciertazo.

Creo que no se llega a entender la frase que leo en Bardamu, así que la escribo aquí:
-mi corazón al calorcito, tras su verjita de costillas, conejo agitado, acurrucado, acorralado, estúpido.
Bardamu es el protagonista de Viaje al fin de la noche de Céline, y esta frase se dice en el libro ya no recuerdo en qué momento; hace tanto que lo leí, pero aprovecho para recomendárselo a todo el que no lo conozca.

Grabé un vídeo con la cámara de un viejo Nokia N70 para Ana se convierte en tigre



La portada es de un anuncio de Loewe de 1968.
Aquí, el disco a 320kbps.

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